martes, 9 de enero de 2018

Carta a mi mismx | 25 oct. 2017


2:06am

Te iba a escribir, pero me puse a pensar que quizá
estabas mirando una peli o durmiendo,
así que decidí usar las notas de mi móvil.
A veces me dan ganas de hablar(te), a veces me dan ganas
de salir corriendo, a veces me dan ganas de pelear
o de estrellar los platos contra el piso, a veces me dan ganas
de ir a la plaza y dormir bajo el sol,
a veces me dan ganas de gritar lo que siento, lo que quiero y lo que no.
A veces no.
A veces los momentos no son, no están, no pesan ni se sienten.
A veces los momentos son palabras que desaparecen,
son dedos invisibles que te apuntan y te cuestionan.
Me cuestionan y me cuestiono si lo que me cuestionan
tiene sentido, si tiene coherencia.

Fui a tomar una cerveza con amigos, a festejar algo que tal vez somos
o tal vez no, dado que no alcanza con decir
que "somos personas que hacen cosas",
porque a nuestro entorno no lo satisface.
Llegué y me dormí.
Me desperté con resaca.
Sigo con resaca y no puedo dormir.
Me traje una botella de agua porque es todo tan meh
que ni alikal tengo.

Lo que mas me emociona es ver a mi gato dormir.
Es tirarme en la cama y contar los libros
que hay en la biblioteca de mi habitación.
Es tener un refugio. Yo.
También podría agregar el no-creerme-todo-lo-que-me-venden
dejando de lado mi saturación mental de la gente chupasangre.

Hoy me satura el mundo, el mundo violento,
la sociedad que culpa a la víctima y libera al victimario,
la gente que cree en su propio verdugo, la facultad
y los profesores que creen ser la única fuente de sabiduría
del planeta tierra.
Me satura no poder dormir y terminar
buscando en mi cabeza retazos de información
para escribir esto.
Nada como revolver lo que hay en la mente.
Que amargo todo, no?